MaestroMandrágora
Buscando ese toque especial cultivado en la Nueva Inglaterra del siglo dieciocho
Los naturalistas medievales hablan de la mandrágora como un remedio para todas las enfermedades salvo la muerte misma.
Thomas Wright, The Archaeological Album (1845)
¿Es esta raíz el vestigio umbilical de nuestro origen terrestre? No nos atrevemos a afirmarlo seriamente, pero de todos modos es cierto que el hombre surgió del cieno de la tierra, y su primera aparición debió ser en forma de esbozo.
Eliphas Levi, La magia transcendental: su doctrina y ritual (1854)
FOXBOROUGH, COLONIA REAL DE MASSACHUSETTS, 1724
Fue menos inconveniente conseguir una víctima para colgar de lo que yo al principio imaginaba. Tampoco fue una tarea ardua encontrar un cruce de caminos solitario con una rama de árbol justo encima para colgar a ese hombre. Mi país está atravesado por cientos de caminos y senderos de tierra que serpentean a través de bosques, y había un lugar adecuado a tan solo una milla de mi cabaña.
¿Cómo conseguir que el hombre se excite con la concupiscencia necesaria hasta el punto de dejar caer su semilla viril sobre la tierra en el momento de su muerte? Ahora bien, eso sí era mucho más un enigma para mí...
¿Pero dónde está mi educación? No me he presentado correctamente todavía. Soy don Thaddeus Lomass, gentilhombre-granjero de esta parroquia. En un momento de antaño fui profesor de las Artes Arcanas en la Universidad de Miskatonic, aunque finalmente me retiré de la profesión académica debido a algunas... peturbaciones... que ocurrieron hacia el final del semestre de Pascua de 1708.
Fui expulsado sin ceremonias de mi puesto de profesor después de que un joven estudiante presentara objección a ciertas frases cabalísticas que empleaba en una discusión sobre el rabino Isaac el Ciego. Se podría decir que fui cancelado de la facultad. Ah, ¿tú también... fuiste cancelada? ¿Y cómo te llamas?
Bueno, Dorothea Spriggins, encantado de conocerte. Y ¿de qué manera te cancelaron, querida? Oh, ¿expulsado de la colonia de Plymouth por proxenetismo? ¿La prostitución y actos inmorales, dices? Es realmente muy desafortunado todo eso. Siempre he encontrado que estos tipos tan autodeclarados honrados de Nueva Inglaterra tienen una disposición sumamente censuradora, aunque yo mismo debo ser clasificado como uno de ellos, por triste que sea confesarlo.
Es sumamente de esperar que la expansión hacia el oeste de nuestra excelente empresa colonial haga entrar un poco de sentido común a estos puritánicos molestadores de Dios, y que no terminen imponiendo sus costumbres censuradoras a todos nosotros en las Colonias de Su Majestad, ¿o no?
Otro coñac, barman. Y uno para la dama... si lo deseas, claro está, Dorothea. Que sean dos, entonces, anfitrión mío. Con una ración de esos finos arenques en escabeche y una - dos - rondas de carne salada. Echemos la casa por la ventana, ¿eh, Dorothea? Oh, qué encantadora es tu risa. Tus hoyuelos son realmente muy atractivos.
¿Dónde estaba yo? Oh, sí estaba explicando el proceso mediante el cual uno puede generar una mandrágora con poderes particulares. No es que todas las raíces de mandrágora no tengan propiedades de curación y estimulación afrodisíaca. Hay quienes dicen que la raíz curará todas las enfermedades excepto la muerte. Ciertamente, un miembro decaído no es nada difícl para ellos. No es que esa sea mi queja, querida. El viejo Paco Polla, asociado menor de Thaddeus Lomass Esquire, sigue siendo un tipo bastante vigoroso, te lo aseguro...
¿Qué dices? Sí, dije 'generar la mandrágora'. El tipo común y ordinario de mandrágora simplemente crece en el suelo. Hay un tipo muy especial, el tipo que yo deseo adquirir, que sólo puede generarse mediante un proceso muy particular.
Videlicet y a saber, la suspensión por el cuello de un hombre, vulgarmente denominada 'colgar', en un cruce de caminos solitario. Para que en medio del tumulto carnal de una agonía estrangulada emitiera su semilla en el suelo. Entonces la raíz, cargada de la vitalidad concentrada del desafortunado delincuente, crecerá a partir de la descarga seminal mientras empapa la tierra maldita. No hagas la sorprendida. Es un truco de jardinería bastante común en mi distrito.
¿Cuándo hice todo esto? Es interesante que lo preguntes. Bebe tu coñac, querida. Aquí hay una moneda de oro, si me acompañas en la carroza que está aparcada fuera de la taverna. De paso sea dicho, lleva la carroza una carga bastante especial. Sí, una moneda de oro brillante, y otra al completar una tarea particular que yo podría encomendarte.
Bueno, aquí está la carroza. Gracias Pearson, puedes retirarte ahora, conduciré yo desde aquí. Aquí tienes un soberano de oro para ti, y otro para la dama. Pearson, puedes pasar la noche en esa posada o bien caminar hasta casa, como te plazca. Volveré aquí por la mañana y pasaré a casa sobre mediodía. Y muy buenas noches a tí, mi buen hombre.
Ahora, Dorothea, sube tú y siéntate a mi lado mientras conduzco. No, no entres en la carroza, quiero hablar contigo. Hace una noche agradable aunque un poquitín fresca. Te prestaré mi capa ya que estás tan escasamente vestida. Pero ahora te advierto que, si desearás ganar esa segunda moneda de oro, es bastante posible que tengas que ponerte la piel de gallina.
Entonces... ¡Arri, arri!... estaba yo explicando que es necesario colgar a un delincuente para empezar con el anciano rito de la raíz elemental. Pero es como en la receta clásica de pastel de conejo, ya sabes: primero atrapa a tu conejo. Así es también en el ritual de la mandrágora elemental: primero atrapa a tu delincuente.
Afortunadamente tengo un conocido en el sector penitenciario no muy lejos de aquí, el carcelero del calabozo condal de una localidad no muy lejos de aquí, no importa cuál exactamente. Este excelente tipo estaba dispuesto, como tú, a entrar en un proceso de negociación cuyo resultado fuera beneficioso para ambos. Por un puñado de dólares holandeses, toleraba la idea de dejar abierta la puerta de la celda sin darse cuenta y permitir al condenado "escapar", por decirlo así.
Sin duda, el carcelero se enfrentará a un azoteo ejemplar por negligencia, pero los suaves cuidados del oro hacen maravillas para calmar las agonías de una piel castigada. En este caso no se trata de ningún secreto alquímico, querida, sino de un sentido común conocido por todos.
Así sucedió que me encontré en posesión de un delincuente debidamente condenado que estaba destinado a encontrar su fin en los próximos dias en la soga de Providence. ¿Qué diferencia habría para el desgraciado Robin Faulks si su fin predeterminado llegara aquí, esta noche, bajo esta luna llena y al final de una rama de árbol de mi determinación?
¿Lo escuchas, eh, Robin? ¡La víctima pronto encontrará su destino en el cruce del bosque que se acerca rápidamente!
Sí, Dorothea, por favor no hagas lo de la conmoción y el asombro con tanta energía. Aunque aparentemente es una muestra de desgana simulada, no hay necesidad de dorar el lirio con una muestra de disgusto tan extravagante. Sabías lo que te esperaba cuando aceptaste mi moneda. Cálmate ahora, ya que estamos casi en el lugar designado.
Mira, ahí está la rama que domina el cruce. Cuatro caminos divergen, pero para la víctima sólo hay uno. La luna brilla, llena con gracia concedida sobre nuestras labores. Cállate, Dorothea, prepárate para lo que está por venir. ¡Y tú también, buen Robin! ¡Prepárate para conocer a tu creador, paisano!
¡Sooo, sooo! Bien. Aquí estamos. Dorothea, ¿serías tan amable de para ayudarme con nuestro cargamento? No tengas miedo, porque está bien atado y amordazado y no puede hacerte daño alguno. Aquí tienes otra moneda de oro para darte valor.
¡Entonces, compañero Robin! El bandolero hace su última parada en la carretera, ¿eh? Vamos, ven conmigo. Haz bondad, chico. Dorothea... ¿las piernas? Gracias cariño. Ahora, firme y lo subiremos al techo del carruaje. ¡Puaj! Sí, está un poco más delgado gracias a la dieta de la cárcel, pero todavía pesa bastante. Ya está.
Ahora Dorothea, mientras ato esta soga a la rama de arriba, tú te desnudas para mí, muñeca mía. Será el trabajo de unos pocos minutos, sin importar el frío de medianoche en el aire. ¡Desnúdate, mi amor, desnúdate, digo! ¡Como Dios te trajo al mundo, oh encantadora musa!
Ya, ya... qué visión tan maravillosa. La diosa Venus misma jamás estuvo tan bella en el resplandor, como tú en la bella noche lunar y hechizador. ¿Qué dices, que es poesía?... Sí, supongo que lo es.
¿Qué opinas, Robin? ¿Te agradan mis efusiones poéticas? Oh, tonto de mí, está amordazado. Bueno, olvidalo. Tu opinión ya casi no cuenta, a menos que sea la opinión carnal de tu cuerpo sobre las dulces atracciones de la joven Dorothea aquí presente. Por favor, Dorothea, trabaja un poco para ganar la paga. Menea un poco para el pobre hombre, vaya.
Venga, Robin, déjame echarte una mano. Esto es algo que he hecho muchas veces mientras trabajaba en el criadero de caballos de mi familia. Es un trabajo bastante fácil, todos los hombres saben cómo hacerlo por naturaleza y, de hecho, lo realizan sobre sí mismos sin instrucción o solicitación alguna. Ahí va, un resultado satisfactorio. Fuerte Robin. Tu respuesta te da crédito, muchacho.
¡ARRI, caballos, ARRI! ¡YAAA…!
Ya está hecho. El pálido de Robin se retuerce a la luz de la luna y deja caer su semilla con la mayor elegancia sobre el suelo en el corazón del cruce. Allí también descansará su cuerpo cuando terminemos.
Anoph Atnox Onigeui Sabaēl Boaēl Sparou Sōrtērkha Gabēd...
¿Puedo vestirme ahora, maestro? Ese réprobo ya no respira. Su semilla rocía plateada a la luz de la luna llena. Cuelga el cuerpo como un títere roto en manos de un titiritero inconsciente. Mi parte está hecha. Lo convencí hasta la tumescencia y hice que se liberara la descarga seminal en el mismo momento en que su vida corporal soltaba su inútil agarre sobre su patética alma.
¿Por qué miras tan asombrado, Domine Thaddeus Lomass? ¿Es por mi erudita manera de expresarme cuando me imaginabas una simple moza inculta? Estás silenciado, atónito - gobsmacked, como dicen en la tierra de mis padres al otro lado del mar. Porque te conozco bien, don Tadeo, si no de vista, sí de unos hechos tantas veces contados.
Soy la hija de tu primer aprendiz, Pádriag O'Shaughnessy. Mi nombre es Nuala O'Shaughnessy. Pero en realidad soy tu hija, como que tú violaste hace tantos años a mi madre, que muriría después en el momento de mi nacimiento, al darme luz a mí.
Soy hija de esa violacion, vil forzador y progenitor mío. La venganza es el porque de mi advenimiento, y juro por lo que jura mi pueblo, que no saldré de este lugar hasta acabar con tu indigna vida.
Mira esta pistola. Mira este otro. El vestido de mujer tiene muchos lugares donde esconder, incluso armas tan voluminosas como éstas. Ahora descansarás junto a este desafortunado Robin, en el cruce de cuatro caminos donde tú tienes un solo camino. Bájate de la carroza y acércate hacia mí en el cruce, al lado de donde cuelga el delincuente.
Deja de murmurar, a menos que sea tu acto final de confesión. Ese te lo permitiré. Haz las paces con tu Dios ahora, porque es muerto lo que estarás en el momento venidero. No te molestes en taparte los oídos, querido padre. Difícilmente oiréis el disparo, porque estarás en el más allá antes de que su eco desvanezca por completo.
¡Dios nos coja confesaos! ¿Qué es ese sonido?...
...Ēreth Labam Suar Touid Toutimar Rhesphodōm Sirōph Kakem Setiap
¡Qué se levante ahora!
Mira, querida mía, mi hija. La mandrágora surge de la tierra. Su grito es el grito de los eones encerrados bajo la madre tierra. Pero ahora está libre. Canta una canción de muerte. Muerte a todos excepto a aquellos protegidos por mi encantamiento. Que en este caso lamento decir que yo sí, pero tú no.
¡Aja! Bien podrías retorcerte en el suelo, muchacha. Es lógico que te corra la sangre por los oídos.
Ah Señor, así fue cuando el Demiurgo creó por primera vez esta versión aproximada, este primer borrador de la humanidad. Puso toda Su pasión y su deseo solitario de hacer un compañero para la soledad de Su eternidad en los océanos a la deriva del tiempo. Pero olvidaba la moderación que proviene de la razón.
Por eso su hijo salvaje estaba tan empeñado en destruir a su Padre y a todo el universo que había construido. Ese viejo y loco Demiurgo pudo destruir a su progenie, pero Él amaba incluso a la salvaje Mandrágora, su creación más equivocada.
Entonces la enterró debajo de la fría tierra por los milenios de los milenios.
Siente, mi dulce hija, cómo la baba corrosiva de la locura comienza a poseer tu cuerpo y tu alma. Siente cómo el exudado de la muerte y de la demencia se apodera de tu cálida carne.
Eres toda suya ahora, mi Nuala. Aprende a amar la canción de la Mandrágora, ya que es la última canción que escucharás.